La Pulquería, Sala Heineken Madrid

El pasado miércoles 27 de octubre tuvo lugar en la madrileña sala Heineken el espectáculo pulquero correspondiente a la gira que han iniciado hace poco los valencianos con motivo de su nuevo disco Fast Cuisine. No se pueden decir más que elogios al show que ofrecieron.
A las 8 se abríeron las puertas y ya había más de media centena de personas haciendo cola tomando "hidratos de cebada". El concierto no empezó hasta las 9.30 pasadas, la gente estaba cansada de esperar y confundida ante la extraña situación de no disfrutar de algún grupo telonero. Poco a poco la Heineken se fue llenando. La mayoría de los presentes entraron gratis gracias a unos cupones que servían de pase completo a los 500 primeros, el resto no andaron tan avispados e iban con entradas anticipadas de 9€ o 12€ en taquilla.
Se apagaron las luces y un esqueleto salió a escena, comenzó la locución circense caracterísitca con la que abren sus conciertos y el suelo empezó a temblar. La Pulquería al completo salió a escena y empezó su descarga de canciones. Tocaron de todo, no se olvidaron ningún temazo que intercalaban con canciones del nuevo disco. El grupo al completo estaba muy entregado, quizás en parte por la frustración de haber suspendido hace unos días el concierto en Ponferrada por venta escasa de entradas, y el público presente muy animado a pesar de ser un día de diario.
A la segunda canción la sala era un hervidero, la "olla" de la sala heineken no paraba y el calor se veía reflejado en los rostros de las decenas de personas que saltaban y "pogueaban". Quizás esto fue lo peor de la noche, demasiado calor que mermaba las fuerzas, sumado a los elevadísimos precios de la barra.
El concierto se extendíó a una hora y cuarenta minutos más o menos y hubo tiempo para todo. Cabe destacar la respuesta del público ante las nuevas canciones que aunque lleven ya meses oyéndose siempre es agradable para un grupo que sus nuevos trabajos se integren así de bien con los antiguos. Así pues, el Gran chingón, Cualquier día, Hasta que salga o Cabeza hueca parecían sacados del repertorio de toda la vida y crearon la locura en la sala. Como mencioné antes no se olvidaron de ningún temazo, El día de los Muertos sonó bastante antes de lo que se esperaba con una entrega espectacular al igual que La Huesuda, Morirse de Pena o Gitano, canción con la que cerraron a tope. No hay Amor hizo saltar al unísono a toda la sala pero destaca sobre todas Pancho Tequila, a mitad de la cual los pulqueros empezaron su show del tequila echando un trago a la botella y después el vocalista Huracán Romántica se tiró en plancha encima del público sobre una muñeca hinchable (no encontraron la barca típica según ellos :D)  y se deslizó por toda la sala para ser devuelto al escenario y empezar a repartir tequila a los gaznates de las primeras filas. Por si fuera poco, se empezó a crear un "círculo de la muerte" cada vez más grande que estallaría en el siguiente acorde de Pancho Tequila... pero a Huracán no le convencia el tamaño e incitó a la gente a ampliar mucho más el círculo. El mismísmo vocalista bajó y se integró con el público en el pogo salvaje que se formó al continuar la canción.
De vez en cuando nos dejaban descansar con algo más lento, así pues disfrutamos de canciones más pausadas como Plata o plomo, Calaveras y Diablitos... Hubo tiempo hasta de congas con decenas de participantes recorriendo la sala. El sonido muy aceptable, a pesar de mi posición en el lado derecho se escuchaba todo bastante bien, así que chapó ésta vez por los técnicos.
Un espectáculo digno de ver y disfrutar. Estoy seguro de que los que no entraron "gratis" se fueron muy satisfechos del dinero invertido.